Un ambiente adecuado
Hay dos clases de factores que inciden en el estudio:
Internos: Inteligencia, aptitudes, etc.
Externos: Un lugar
adecuado y un buen ambiente familiar.
Para estudiar es necesario:
— Un lugar de estudio que, a ser posible, sea el más
tranquilo de la casa, que sea siempre el mismo y que reúna unas condiciones
adecuadas de temperatura, ventilación e iluminación.
— Un buen ambiente familiar que apoye el esfuerzo, que
refuerce el ambiente de estudio y que anime tanto en los fracasos como en los
éxitos.
Es posible actuar directamente sobre los factores externos
que inciden en el estudio, para mejorarlos y así obtener un óptimo resultado en
nuestro trabajo. Entre estos factores se encuentran:
1. El
ruido: El lugar que se elija para estudiar debe estar lo más libre posible de
distracciones y por supuesto de ruidos.
2. 2.
El lugar de estudio precisa de un mobiliario mínimo:
a) La mesa de estudio: Indispensable para estudiar, mientras
más grande, mejor. Nos permite hacer el estudio activo, tomando notas, lo cual
favorece la atención y refuerza el aprendizaje.
b) La silla de estudio: Conviene que esté fabricada de un
metal rígido (madera o hierro), con el respaldo recto y una altura
proporcionada a la mesa para evitar la inclinación de la espalda y conseguir
una adecuada distancia del libro a nuestros ojos.
c) La estantería: En ella se deben colocar los libros y
demás materiales de estudio, para tener a mano y ordenado todo el material.
d) Un tablón de noticias: Situado muy a la vista, donde se
encuentre toda la información que se suele necesitar: horario de clase, fechas
de evaluaciones, compromisos con amigos, amigas, etc.
e) La temperatura: Ni frío ni calor excesivos. Lo ideal, de
20 a 22º C, ya que ni el frío intenso ni el calor elevado facilitan el estudio.
Cualquier extremo afecta negativamente el rendimiento.
f) La ventilación: Los ambientes cerrados y mal ventilados
disminuyen la eficacia mental ya que una atmósfera cargada atonta y produce
dolor de cabeza. La buena ventilación es importante, por ello se recomienda,
siempre que sea posible, estudiar con la ventana abierta o entreabierta.
g) La iluminación: Nuestros ojos pierden parte de su
eficacia cuando transcurren las horas de estudio. Su esfuerzo depende, en gran
medida, de la iluminación utilizada. La mejor iluminación es la natural. Si es
inevitable la luz artificial, es preferible que sea indirecta, es decir,
reflejada de alguna pantalla. La luz artificial directa sobre la hoja crea un
contraste excesivo entre luz y sombras y provoca una reflexión sobre los ojos
que les produce una intensa fatiga.
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